Nacida en Bogotá de padre francés y madre mexicana, Isabelle Manhes Loaeza ha vivido siempre en una intersección de culturas. Graduada de la Parsons School of Design en Nueva York y excolaboradora de Marc Jacobs, su trayectoria la ha llevado desde las calles de Tepito, donde aprendió técnicas tradicionales, hasta los ateliers de Nueva York y las coloridas avenidas de San Miguel de Allende. Con un enfoque multidisciplinario que entrelaza alta costura, performance, ilustración y diseño de vestuario, sus creaciones han desfilado en semanas de la moda, museos de renombre e incluso en la pantalla grande. Ahora, tras años de trabajo y reconocimiento internacional, Isabelle regresa a la Ciudad de México con la apertura de un showroom exclusivo en Polanco.
Para celebrar esta nueva etapa, la semana pasada un grupo selecto de artistas, creativos y colaboradores de toda la vida se reunieron en su nuevo espacio para vivir una experiencia inmersiva, donde la ópera, la danza contemporánea, el mezcal “Coyuca Sin Resaca” y sabores caseros se fusionaron en una experiencia sensorial e inolvidable.
En esta entrevista exclusiva, The Mexico City Edit conversa con la diseñadora sobre su regreso a la capital y la inspiración detrás de este nuevo capítulo.
¡Bienvenida de nuevo a la Ciudad de México! ¿Qué te inspiró a regresar después de tantos años en el extranjero y más recientemente en San Miguel de Allende?
Lo que me inspiró es que en la Ciudad de México están pasando muchas cosas. Es una meca de creatividad e intercambio. Es una oportunidad para recargar mi narrativa, construida a lo largo de los años en los que me he dedicado a vestir personas, tener una tienda y explorar distintos caminos. Ahora me siento más cómoda desde mi hogar para desarrollar esa esencia creativa.
¿Cómo influyó en tu voz creativa como diseñadora haber vivido en lugares como Nueva York, París y San Miguel de Allende?
Siempre ha sido un crisol de influencias. Desde lo moderno hasta lo clásico, de lo fantástico a lo excéntrico.
Cuéntanos un poco sobre tu experiencia con la tienda en San Miguel y cómo se compara con la apertura de este nuevo showroom en Polanco.
Tuve una tienda en San Miguel de Allende. Todo el mundo te conoce y conoce tu trabajo desde que entra por la puerta. Eso realmente construye tu carácter y tu autoestima, porque ves la respuesta de inmediato. Estoy muy emocionada con el showroom. Es por cita, así que puedo brindar un servicio muy personal. Creo que es mejor así, porque es un privilegio que alguien te de su energía, experiencia y atención en una sesión privada.
Tu trabajo suele mezclar moda, arte e historia. ¿Qué temas estás explorando en este momento?
Estoy trabajando con temas que profundizan en narrativas personales e historias atemporales. Uno de los primeros temas en los que estoy enfocada es “Penélope”, inspirada en la figura mitológica que teje y desteje su tapiz mientras espera el regreso de su esposo. Este tema habla del proceso creativo, del acto de esperar y del viaje personal hacia el autodescubrimiento.
¿Qué significa para ti la moda mexicana hoy en día y cómo crees que está evolucionando?
La moda mexicana tiene mucho que decir porque estamos influenciados por muchas culturas y tiempos distintos. Tenemos al charro, a los huicholes, chiapanecos, huastecos… tantas regiones que sirven de inspiración. Cada una refleja sus necesidades en ese momento y su relación con la cosmogonía. Nuestra cultura, entretejida e híbrida, se basa en técnicas heredadas y en cómo observamos el mundo en transformación. La moda mexicana debe ir más allá del simple hecho de vestirse. Invito a la gente a no dejarse influenciar demasiado por lo externo y a seguir explorando nuestras técnicas ancestrales y nuestra desbordante paleta de colores. ¡Hay que rescatar el color, definitivamente!
Háblanos de la experiencia inmersiva que planeaste para la inauguración de tu showroom. ¿Quiénes fueron tus colaboradores y por qué decidiste trabajar con ellos?
Para el evento inaugural invitamos a Jacinta Barbachano, una soprano mágica, y también a las bailarinas Amaranta Jácome y Claudia Llanos, porque son catalizadoras maravillosas. Hubo poesía, bebidas deliciosas, comida, y por supuesto, invitados excepcionales.
Finalmente, ¿qué puede esperar quien entra por primera vez al showroom de Isabelle Manhes?
Cuando vienes a mi showroom, te doy mi tiempo. Vas a sentirte especial, porque lo que hago es especial y experimentarás una transformación.



